Hoy en día, muchas empresas que hacen su propia página web para estar en la red deciden no renunciar a su ERP. Para casos como este, es necesario desarrollar una integración, una micro-aplicación con la responsabilidad de permitir que el sistema web "hable" con la aplicación propia de la empresa. En nuestra trayectoria en Codeby, hemos conseguido muchos aciertos y errores, y los traemos aquí para mostrarte, posiblemente, la "fórmula" de la integración. Compruébalo.
1. probar los datos iniciales de la aplicación
Antes de empezar cualquier parte del proyecto, haz pruebas. Para eso están las herramientas como Postman. Haz el mayor número posible de peticiones. Esto se hace para saber cómo llegarán los datos a nuestra micro aplicación desarrollada. Créanme, cada solicitud de prueba puede ser responsable de cambiar totalmente la dirección de la integración que se está desarrollando, y también nos ayuda a identificar errores que pueden no ser de nuestro software.
2. Probar los datos de la aplicación de destino
La idea es verificar cómo debe enviarse la información al sistema final. Esto nos ayuda a estudiar qué transformaciones serán necesarias en los datos del sistema inicial para que se adapte a su destino.
3. La planificación es esencial
Después de las pruebas, es hora de ponerse manos a la obra. Aunque parezca obvio, es en este punto donde el desarrollo de la integración puede verse comprometido. Hay situaciones en las que tanto el sistema inicial como el software de destino tienen fallos. Y es en estos casos cuando la planificación de la microaplicación debe tener en cuenta ambos extremos de la comunicación y ser impecable. Una mala proyección conlleva un proceso más largo en el desarrollo de la integración y constantes correcciones que podrían haberse evitado en este paso. Haz diagramas de flujo, habla con el cliente, no te preocupes por perder el tiempo aquí. Cuanto más tiempo pierda preparando su software, más tiempo ganará en el propio desarrollo y más maduro será. Herramientas excelentes como Draw.io están ahí para ayudarte, pero aunque el programador trabaje a diario con un ordenador, nunca debería deshacerse del lápiz y el papel.
4. Centrarse en lo funcional
La tarea debe ser sencilla y directa: integrar. Cualquier recurso, como los paneles administrativos para visualizar la información de esta comunicación, debería ser adicional. Se trata de un tipo de funcionalidad en el proyecto que, por muy genial e importante que sea, no es esencial para el funcionamiento básico de la propuesta. Por supuesto que el cliente puede exigir algo así, pero nunca hay que perder el tiempo en una tarea que se puede hacer en poco tiempo cuando aún no se tiene el núcleo finalizado.
5. Investiga mucho.
Es posible y probable que una de las herramientas que está perdiendo más de 6 horas al día para desarrollar ya haya sido publicada en Internet. La comunidad de desarrolladores en la web es muy amplia, y existen muchas bibliotecas para satisfacer diversas necesidades. No reinventes la rueda, esto puede ser un tiro en el pie tanto para ti como para el cliente.
6. ¿Se fusionarán los datos?
En este punto debe decidir cuál será el final de los datos del sistema inicial. ¿Se integrará en el sistema definitivo? ¿Deben almacenarse simplemente, pero separados con un atributo específico? Este momento no depende sólo del promotor. El destino de los datos debe estudiarse con el cliente, evaluando los pros y los contras de cada posibilidad.
7. La integración nunca será perfecta
Aunque el nombre del artículo habla de una integración perfecta, por desgracia es un mito. Todas las solicitudes están sujetas a excepciones. El papel del desarrollador en el proceso de planificación hasta la finalización efectiva de cualquier sistema es, además de construirlo, encontrar tantas excepciones como sea posible. Sin embargo, la mayor dificultad de este proceso es que no tenemos control sobre todas las posibilidades de una reacción de software.
*Para ello, existen varios frameworks o robots desarrollados para encontrar una gran cantidad de posibles excepciones que impiden el correcto funcionamiento del software.
Por último, la integración perfecta es la que funciona y tiene el objetivo conseguido. Incluso si su cliente es una gran empresa, el desarrollo de una integración de sistemas no debería ser una tarea enorme. Puede ser complicado, tener altibajos y en el peor de los casos una integración funcional, pero con grandes dificultades para el mantenimiento. Sin embargo, siempre hay que intentar alcanzar el objetivo final y no perder nunca la transparencia con el cliente.
Este artículo se publicó por primera vez en el blog de Lucas Yamamoto, escrito por nuestro CTO.