Tener una empresa no es fácil, se necesita mucho cuidado para que todo esté perfectamente bien hecho. Gestionar las finanzas, las personas y también saber hacer frente a los imprevistos, ¡que sabemos que a veces ocurren!
La forma de afrontar los imprevistos marcará la diferencia en su empresa, porque sabemos que en una de estas situaciones no calculadas la empresa puede ser llevada a la quiebra.
¿Conoces ese producto que se vendió de un lote con problemas que no podías imaginar? ¿O ese servicio que por alguna razón tuvo un problema y tuviste que actuar? Son pérdidas a las que tendrás que hacer frente, y la gran pregunta es: ¿cómo?
Muchas de estas pérdidas se deben a la falta de experiencia de todos los implicados y en un principio puede parecer que se considera una pérdida, pero a veces si se evalúa bien se puede calificar como una inversión.
En una empresa, es interesante que en la planificación tenga un saldo de reserva para estos eventuales problemas, el 5% de toda su facturación ya es suficiente, porque esto debe participar en la estructura de costes de su servicio o de los productos que vende.
Este año he obtenido algunas experiencias que considero de inversión, y las compartiré con ustedes:
FALTA DE SENTIDO DEL ALCANCE
En el ámbito de la tecnología y los servicios, hay muchas cosas que no podemos predecir, como las diferencias de alcance. Las empresas tecnológicas que no siguen un alcance o lo siguen demasiado de cerca suelen tener problemas, porque acaban perjudicando no sólo a la empresa sino también al cliente. En otras palabras, si no eres flexible, puedes perder al cliente, pero si eres demasiado flexible te haces cargo del daño.
En uno de los proyectos que se llevaron a cabo este año, resultó que era demasiado maleable (los que me conocen saben que me encanta ayudar a los demás). El proyecto era bastante grande y quería hacerlo todo correctamente para no perjudicar a la empresa asociada ni al nombre de la persona que indicó el proyecto. Así que asumí varios errores que no eran necesariamente parte de nuestro servicio y esto hizo que la entrega del proyecto se alargara mucho más al no seguir un alcance, y en este caso, si el plazo es más largo de lo previsto, el coste es mucho mayor.
Al final, la defensa del socio y la indicación salieron bien, pero acabé perjudicando a mi empresa. En esta situación aprendí que los alcances nacieron para proteger a todos los involucrados en el proyecto, esa vieja historia de que cualquier cambio modificará el alcance solicitado es la más pura verdad.
Así que, a pesar de la pérdida, fue una gran inversión en proyectos futuros, porque este tipo de situación no volverá a repetirse.
INVERSIONES QUE NO DIERON RESULTADOS
Durante el año hemos invertido mucho en personas, hemos contratado con el objetivo de enseñarles, porque creemos en esa frase de "para tener experiencia primero hay que tener una oportunidad". Pero sólo el 5% tuvo éxito. Aprendí que vale la pena enseñar, pero sólo para los que están dispuestos a aprender.
Voluntad de ayudar a los demás
Ayudé y ayudo a mucha gente, pero cuando lo haces demasiado impacta como una pérdida. ¿Qué he aprendido? Que realmente prefiero las pérdidas a dejar de lado mi misión en la vida.
FALTA DE EXPERIENCIA EN CONTRATOS
Todos los contratos deben tener el área de "riesgo". Cuando eres demasiado pequeño acabas por no ver los riesgos, al fin y al cabo todo son oportunidades. Pero cuando empiezas a crecer, todo tiene un riesgo y yo no lo he previsto y he tenido que pagar.
Aprender es caro, así que todo lo que hemos hecho este año ha tenido un alto coste en errores, ya sea con servicios, con personas o con negociaciones. Todo lo que hagas para aprender tiene la ventaja de que en el futuro tendrás los conocimientos necesarios para pasar por situaciones similares y afrontarlas mejor.
En resumen, prepárese económicamente, porque su empresa tendrá que pagar para aprender, pero ver el lado positivo de esto le hará bien.
Y entonces, ¿también ha aprendido de sus errores este año? Comente con nosotros y hablemos.